Los participantes en ARTifariti 2008 destacan la rica convivencia con el pueblo saharaui y se proclaman embajadores de su causa

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ARTifariti 2008 Primera parte


ARTifariti 2008 Segunda parte

Ha ocurrido por segunda vez en Tifariti, la capital del Sahara liberado por el Frente Polisario, situada a 60 kilómetros del muro minado construido por Marruecos para separar en dos el territorio sahararui y en una franja de tierra libre -aunque en estado de alerta- ubicada entre el exilio en Argelia y la zona sometida a la ocupación alauita. Un importante grupo de artistas saharauis, españoles, latinoamericanos y argelinos se reunía en ARTifariti 2008, los encuentros organizados por el Ministerio de Cultura de la RASD y la Asociación de Solidaridad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, para denunciar la situación de olvido y abandono internacional que sufre el pueblo saharaui y la ocupación ilegal de su tierra por parte de Marruecos. El aislamiento, el expolio de sus recursos naturales, el exilio obligado, las duras condiciones de vida y las nulas posibilidades de desarrollo fueron objeto de la reflexión de las diferentes propuestas artísticas. Más de 50 creadores se trasladaban a una zona de conflicto controlada por el ejército de la República Árabe Saharaui Democrática para participar en esta experiencia intercultural cuyo objetivo es reivindicar el respeto a los derechos humanos y de los pueblos.

La convivencia con familias saharauis y el rico intercambio de experiencias con los artistas locales potenciaron la creatividad de las propuestas, realizadas con los escasos medios materiales y técnicos disponibles en el territorio y bajo unas condiciones extremas de vida, las mismas que soporta el pueblo saharaui desde hace 33 años. La cultura para promover las soluciones pacíficas y el arte como arma de futuro, como invitación a la reflexión y a la denuncia, eran las ideas compartidas por todos los creadores que se han convertido en embajadores de la causa saharaui. Tras su acercamiento a la problemática y a las demandas de la población, todos se comprometieron a hacer de altavoces de su causa e intentar situarla en el centro del debate en Occidente. Los creadores anunciaron que no permanecerán indiferentes ante el atropello que sufre este pueblo, después de conocer de primera mano a habitantes de Tifariti mutilados por las minas y de convivir durante los encuentros con las mujeres que huyeron hacia el exilio bajo las bombas de napalm y fósforo que lanzó el ejército alauita hasta el mismo día de la firma del alto al fuego.

Isidro López Aparicio vivió 24 horas de frío y viento en un agujero de dos metros de profundidad, vestido con la Darraa, el traje tradicional saharaui, para denunciar el aislamiento que sufre este pueblo y, posteriormente, se subió a una plataforma elevada desde donde regó agua atomizada a los asistentes para invitar a la comunicación y a la esperanza. La artista gallega Pamen Pereira le acompañó en esta acción performática desde otro agujero/pataforma situado a unos veinte metros de distancia, también vestida con la melfa, el traje de la mujer saharaui. Por su parte, Eva Lootz, que calificaba esta experiencia como “hermosa y dura, a la vez”, planteaba con su instalación “Luz para todos” la necesidad de promover el desarrollo del pueblo saharaui, a través de un programa de promoción de la energía solar, que mejore sus duras condiciones de vida. La Premio Nacional Artes Plásticas, que destacó la contribución del arte a la visibilidad del conflicto, insistía en sus reflexiones en la complejidad de la causa saharaui, al estar en juego intereses brutales de Marruecos y otros países sobre los fosfatos y el resto de materias primas existentes en el Sahara Occidental.

Uno de los impulsores del movimiento Land Art, el gallego Fernando Casás, encargó a su hijo, el fotógrafo Adrián Estarque, que desarrollará su propuesta “Agujero azul en Tifariti”, un espacio de reflexión y movimiento de energías creado con pigmentos y tierra saharaui que –en una pequeña cantidad- ha viajado a España para que su creador continúe en Galicia el desarrollo de esta obra. El Caballo de Troya Saharaui, la escultura realizada con materiales reciclados y restos de armamento por el mexicano Rolando de la Rosa y que lleva en sus tripas las distintas resoluciones de la ONU a favor de la causa saharaui y la máxima de Benito Juárez: "Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la Paz", será colocada el miércoles 10 de diciembre frente al muro. Este acto contará con la presencia el presidente de la RASD, Mohamed Abdelazid, los habitantes de los campamentos de refugiados de Tindouf y distintos medios de comunicación con la intención de dar a conocer al mundo la existencia del invisible muro marroquí, un monumento al horror de 2.700 kilómetros de largo.

ARTE VS BOMBAS

En la misma semana de la firma en Oslo de un acuerdo internacional para la prohibición de las bombas de racimo, los artistas participantes en esta segunda edición de ARTifariti denunciaban con sus creaciones, elaboradas en algunos casos con restos de material bélico, la amenaza de artefactos explosivos que sufre el pueblo saharaui que habita los territorios liberados y las zonas próximas al muro de la vergüenza sembrado por más de tres millones de minas antipersona. La ONG Land Mine Action, responsable de los trabajos de desactivación de explosivos que se realizan en el Sahara Occidental liberado, invitó al artista Federico Guzmán a realizar una obra para su sede en Tifariti. “El muro de la vergüenza” es el nombre de dicha creación que funciona como grito de denuncia de la situación y, en un plano didáctico, como catálogo de los distintos tipos de bombas existentes en la zona. El objetivo principal de esta propuesta del comprometido artista sevillano, que ha declarado sentirse enamorado del pueblo saharaui e implicado con su causa “hasta el final”, es que los niños puedan reconocerlas y no confundirlas con juguetes mortíferos y de mutilación.

Junto a Federico Guzmán y su e-mula Taína, su creación para ARTifariti 2008, viajaban diferentes integrantes del sevillano Colectivo Naná, Pililli –la cantante de Moakara-, Carmen Carmona, Ricardo Garrido y Victoria Gil, que han trabajado diferentes propuestas procesuales basadas en la interacción con la comunidad saharaui y en la denuncia de su situación. Todos destacaron la intensidad de las experiencias que traen de vuelta a casa, vividas en un contexto -como diría Juan Alcón, participante en ARTifariti 2007- "donde la frontera entre lo privado y lo público se diluye, donde lo privado no substituye a lo íntimo".

Siete creadores saharauis Mohamed Baicha, Saleh Brahim, Larbi, Lebsen Lebsir, Minetu Lehbid, Moh-Hadía e Ismael Banan Arkena, realizaron varios propuestas pictóricas que denuncian la situación de su pueblo y, especialmente, la castración cultural a la pretende someterlos la fuerza de ocupación marroquí, que incluso está intentando apropiarse de la cultura tradicional saharaui con la organización de festivales como el de Tam Tam que cuenta -también en este caso- con complicidad internacional. En la misma idea insistieron el resto de artistas saharauis -algunos colaboradores de la primera edición de ARTifariti como Madi Ahmed o Moulud Yeslem-, que participaban en los talleres interculturales de creatividad, técnicas artísticas, arte para la paz, arqueología y fotografía desarrollados por Pamen Pereira, Eduardo Romaguera, Meta-Síntesis, Teresa Muñiz, Carmina López y Pablo Balbontín.

Una comisión de artistas contemporáneos argelinos, encabezados por Karin Sergoua, invitados especialmente por la organización, realizó una intervención en la antigua casa del responsable militar español, bombardeada por Marruecos en 1991 durante la fuga del infierno. Pinturas murales sobre el edificio destruido que, aunque realizadas de forma individual constituían un todo, hablaban de horror, de dolor y también de la esperanza de que el enemigo no vuelva a traer la muerte al Tifariti liberado. Estos trabajos consolidan la participación de Argelia, país hermano de la RASD, en los encuentros; habiéndose programado ya una nueva presentación de ARTifariti en Argel para la próxima primavera.

CREANDO ESPACIOS DE COMUNICACIÓN E INTERCAMBIO

Por su parte, la peruana Rosamar Corcuera, autora de la escultura cerámica homenaje a la mujer saharaui, y la argentina Claudia Martínez, cuya propuesta era un mapa de pistas bordado del Sahara Occidental, desarrollaron sus creaciones en colaboración con colectivos de mujeres saharauis, ceramistas del Aiun y un grupo de Smara, respectivamente. Una fase importante de sus intervenciones era generar espacios de intercambio de experiencias sobre el duro periplo recorrido por el pueblo saharaui desde la ocupación marroquí hace más de 30 años; destacando ambas artistas la riqueza de estos encuentros.

El taller de serigrafías de Alonso Gil, que ha vestido a todos los participantes con reivindicaciones por un Sahara Libre; las siluetas de saharauis en actitudes cotidianas después de un deseado regreso a casa de Ana Olías; la instalación de milagrosas gotas de lluvia -de cerámica, en este caso- en una talja, el árbol del desierto, de Ángeles Benítez; La Sombra del Gnomon, una mano que denuncia el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental por parte del ocupante marroquí, creada por Guillermo Roiz; El esperanzador y colorista paraíso que ha dejado en Tifariti María Ortega, el mar que ha devuelto la canaria Nuria Meseguer a los saharauis; las reveladoras cartas saharauis escritas por La Hostia Fine Art de Tifariti-Madrid-Tifariti… han dejado su impronta en el territorio Liberado por el Frente Polisario con la intención de promover la libertad de su pueblo y presionar para que se cumpla la legalidad internacional.

Los representantes del movimiento Agro Land Art, Antonio Ruano y Nazareth García, Agripino y Protasia, participaron en varias acciones paralelas con los nómadas instalados en la zona y, entre ellas, la plantación de varios árboles procedentes del Parque del Alamillo de Sevilla. Esta siembra forma parte de un acto de hermanamiento del parque sevillano –muy vinculado a la solidaridad con el Sahara Occidental- con la localidad saharaui liberada de Tifariti, de la que también salieron dos taljas con destino a la ciudad hispalense.

El Jefe Militar de la II Región, Brahim Ahmed Mahmud, anfitrión de los encuentros, recordó también –especialmente para que los artistas españoles se hagan eco de esta denuncia- que siendo el castellano la segunda lengua oficial de la RASD, no cuentan con el apoyo del Instituto Cervantes, a diferencia de Marruecos donde existen varias delegaciones de este organismo. Precisamente la lengua de Cervantes fue la utilizada por el fotógrafo almeriense Javier Navarrete, para editar un número de su periódico lavozdelsahara.com, fechado el 25 de noviembre de 2031. Esta publicación del futuro, que anunciaba en su portada la elección de una mujer como presidenta del RASD en unas elecciones celebradas en el Sahara Occidental liberado, fue acogida muy positivamente por los habitantes de Tifariti, sedentarios y nómadas, entre los que se distribuyó.

Los saharauis solicitaron a los artistas extranjeros que no los olvidaran y que difundieran su causa por el mundo, un compromiso que han firmado todos antes de su vuelta a casa. La caravana de creadores aterrizó este fin de semana al aeropuerto del Barajas, del que partió el pasado 22 de noviembre, después de haber pasado 15 días creando sus obras in situ en Tifariti (Sahara Occidental) y, posteriormente, conviviendo varios días con familias saharauis en la wilaya de Auserd (Campamentos de refugiados saharaui en Tindouf, Argelia). Llegaron cansados, agotados, pero ninguno ha eludido un peso extra: la responsabilidad de transmitir la experiencia vivida.

Todas las intervenciones de los encuentros, que cuentan con el patrocinio de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz, Iniciarte y La Caixa, han sido documentadas por el fotógrafo Pepe Caparrós, la escultora Alicia Martín, que en esta ocasión realizará un audiovisual sobre ARTifariti 2008; Carlos de Gredos y Rosa Garrido, responsables de la edición del catálogo. Emiliano Martín, Miguel Villa y Jorge Fernández grabaron material audiovisual para su difusión a los medios de comunicación.